Sunday, July 30, 2006

ENTREVISTA a BACHELOR, 2001

1. ¿En la actualidad, en qué está Bachelord?
Estamos en primer lugar, muy ansiosos por la edición de nuestro primer álbum “LOS PLACERES DE LA PORFIA”, ahora a fines de julio. Venimos de realizar una serie de conciertos en Universidades y en actos políticos, además, hemos hecho conciertos con amigos poetas invitados, el ultimo de ellos fue en el Pedagógico a fines de junio, donde debutamos con la nueva formación, tocamos nuevos temas hechos sobre algunos poemas y contamos con la presencia de la poetisa Leonor Dinamarca, quien leía un poema y nosotros respondíamos con la música, muy bonito concierto con muchos amigos presentes. Por otra parte mucho ensayo para afiatar algunos miembros nuevos de la banda.
2. Háblanos sobre la producción del LP.
El álbum lo produjo Marco Cusato y Michel Garrido, quien les habla, entre fines del ’98 y mediados del 2000, cuenta con doce temas y cerca de diez interpretes, que han sido las diferentes formaciones que ha tenido el grupo este último par de años. Lo que de alguna manera ha hecho que en este álbum se fusionen una gran cantidad de sonidos y estilos, lo que a mí me parece muy entretenido.La distribución está a cargo de All Music, quienes nos han acogido de muy buena manera. Esperamos que nuestro primer trabajo sea un aporte al medio chileno ,no solo al metalero, está hecho con muy cruda honestidad y esperamos poder compartir este esfuerzo con todos.
3.Haznos una síntesis de La banda, detallándonos el comienzo de todo esto por favor.
A fines del ’98 le pedí a algunos amigos que me acompañaran para poder grabar algunas canciones, ya que en esos momentos estaba fuera de “Necrodead”, entre ellos Claudio Astorga de Cerberus. Por mi parte, deseaba en ese momento que esto terminara transformándose en un grupo estable, pero unos se fueron a tocar folclor, otros rock latino y otros heavy metal, es decir, volvieron a sus proyectos originales, incluso un tiempo volvimos a tocar con Javier Torres, ex Necrodead, y dimos una buena serie de conciertos, pero luego pasó a formar parte del grupo Saiko donde es su actual baterista. En fin, he tenido la suerte de compartir este proyecto con muy buenos músicos, pero solo fue hasta mediados del 2000 con la entrada de Juan Aro (acordeón y teclados), momento en que la banda pasó a tener una formación más definitiva, lo que nos ha permitido poder componer en equipo y optimizar las funciones de los miembros para realizar un muy buen segundo álbum.
4. Siempre hemos oído rumores referente al término de tu antigua banda, creo que ya con el tiempo es bueno aclarar algunas interrogante, y de paso mencionarnos el proceso desde el fin de Necrodead hasta el comienzo de Bachelor.
Llegó un momento donde me sentí muy incomprendido dentro de Necrodead, yo era su fundador y compositor, pero sentía que algunas cosas no iban a llegar a ser lo que quería que fueran. Partimos tocando Thrash y en transcurso de los años evolucionamos y pudimos enriquecer mucho nuestra música, experimentar y buscar nuevas sonoridades, acordes, timbres. Pero Necrodead era Heavy Metal y eso me imponía un límite que no me gustaba. Por otra parte, el ambiente en general no era de mi agrado, mucho alcohol y rebeldía mal entendida, destrozos, en definitivas cuentas, mucha pose, mucho cordero disfrazado de lobo, y ser lo que uno tanto critica me terminó angustiando. Además de los problemas internos de la banda, mi visión de la música no era la visión de la música para los demás, me encontré en muchos ensayos solo, esperando músicos que no llegaron y haciendo canciones que incluso ya no eran del gusto de la propia banda. Me retiré de Necrodead en Junio del ’98, comencé a componer nuevos temas, pues tenía mucha rabia y frustración ,me irritaba hablar de Necrodead, todos me preguntaban así es que casi me aislé y en Diciembre de ese año estaba grabando con lo que luego sería Bachelor.
5. Entre estas dos bandas, ya nombradas hay una obvia diferencia musical, ¿Fue un "Cambio", o bien una "Evolución"?
Necrodead era una banda de Heavy Metal y ese encasillamiento tiene sus códigos, normas y estéticas,( mas papistas que el papa). Bachelor recoge aspectos del Heavy Metal, pero también del folclor, del Pop o de lo que se nos ocurra. No quiero decir que tal o cual cosa es lo correcto de hacer, conozco el medio metalero desde sus comienzos y fui parte activa de él, hay gente que respeto mucho y que ha trabajado duro, mi opción es solo distinta, no mejor ni peor, y también he trabajado mucho.
6. ¿Bachelor, es una proyecto o una Banda?
Mira, tenemos hartas ganas de hacer muchas cosas, estamos en el grupo gente que sin ser amigos inseparables nos llevamos bien y nos respetamos las diferencias de opinión, y te aseguro que son muy distintas, pero logramos acuerdos siempre con lo que queremos hacer. Creo que este es el mejor momento de Bachelor, creo además que es mi mejor momento dentro de una banda, pues esto es lo mejor que he hecho.
7. ¿Qué significa el nombre de la banda?
El nombré significa aprendiz, se me ocurrió porque en un momento dado, muchos de los que estábamos tocando en Bachelor habíamos sido compañeros de bachillerato en música en la Universidad, y nuestro grado académico era el de “Bachelor”.
8. ¿Qué influencias musicales y líricas tienen?
Por mi parte, influencias como Megadeth o Metallica, son innegables, entre otras cosas como Los Jaivas, Congreso, Los Tres, Warpath, entre los grupos chilenos. Actualmente estoy escuchando mucho a Enrique Bumbury, Andrés Calamaro, Fito Páez. En cuanto a bandas, Angra es un gran proyecto. Relacionado con las letras, siempre he escrito casi con una mirada universalista, inspirado en tipos como Goethe, Herder, Tolstoi, Cervantes, Blake, algo así como política y panteísmo sudaca. Pero en la actualidad, me he volcado hacia lo que tengo mas cerca, mis años en la comuna de San Ramón y en Talca, los problemas que enfrenta la educación en nuestro país, el miedo a ver como el fascismo encubierto de Lavin a convencido a tanta gente llena de justificada desesperanza, principalmente me preocupa la apatía de los jóvenes como yo, que dejan que otros decidan por ellos, que no piensen que si votamos en contra de los políticos que no queremos ver, los podremos sacar del senado, que si bien huele a mierda, es lo único que tenemos para opinar en función de los problemas a nivel macrosocial (Educación, cultura, libertad de credo y expresión), en fin, he estado visitando más las cocinerias de Mapocho que Plaza Ñuñoa, y leyendo a hermanos como Pablo de Rokha y Jorge Teillier, es en lo más cercano de donde me tomo para continuar haciendo canciones.
9. ¿Cuál es la alineación actual?
*Michel Garrido: Voz/Tiple/Guitarra
*Juan Aro: Acordeón/Teclado
*Natalia Alvarado: Voz/Guitarra
*Sebastián Harambour: Percusión
*Sergio Poblete: Bajo
*Alejandro Gallardo: Viola da gamba
10. ¿Cuales son las proyecciones q tienen como agrupación?
Ahora Estamos esperando que salga el álbum, tenemos pensado hacer algunos conciertos para promocionarlo. A principios de Agosto comenzaremos a grabar nuevos temas para lo que será una futura publicación y segundo álbum. Además estamos por confirmar nuestra participación en el montaje teatral realizado por el grupo Esperpento de la Universidad Metropolitana, de “Cuadros de una exposición”, de Modesto Mussorggsky. Esto se trataría de que nosotros tendríamos que hacer una versión chilenizada de esta obra, la que la compañía de teatro ocuparía para hacer pantomima, todo en vivo. Se tiene que ver lo de las fechas, pero estamos entusiasmados, pues sería la primera vez que musicalizaríamos una obra de teatro.
11. Finalmente, te agradecemos por concedernos esta entrevista, y prestarnos un poco de tu tiempo, sobre el cuál, te ofrecemos decir algunas últimas palabras, blasfemias, etc.
Estoy contento que a medida que pasa el tiempo se comiencen a optimizar los medios de información alternativa, esto es bueno para todos los que estamos en la música, así que mis felicitaciones por este buen logro. Por otra parte agradecer el espacio y la oportunidad de contar en lo que he estado. Y a los fanáticos de la música chilena que sigan apoyando como siempre y que pensemos que hacerle bien a la música es hacerle bien a la cultura de este país, y eso nos debe mantener trabajando unidosChao y gracias.
Entrevista dada por: Michel Garrido: Bachelor

Tuesday, July 25, 2006

"COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS"



Música: Michel Garrido
Poesía: Mauricio Torres-Paredes
Leonor Dinamarca
Restaurante “Sabor a Mí”
Purísima 218
Barrio Bellavista
Viernes 28 de julio de 2006
21:00 horas
ENTRADA LIBERADA

Prólogo para el cancionero



Prólogo
Por Juan Pablo Vilches

Los poemas que están en este libro fueron en su mayoría creados para el canto, es decir, son canciones. Varias de ellas pude escucharlas en las situaciones más diversas: tocatas en centros culturales y pubs, ensayos caseros o simplemente un día cualquiera, en su casa o en la mía, en que a Michel se le ocurría tomar la guitarra y mostrarme lo que acababa de componer. Esto ocurría más o menos seguido porque Michel compone mucho. Lo que ustedes verán en este libro es apenas una parte de los cuadernos llenos de canciones que compulsivamente salen de sus manos y de su cabeza, y la explicación de esto es muy sencilla: Michel es músico y se expresa con música, todo lo que le pasa y que le ha pasado en los últimos años ha sido traducido a la música, se ha convertido en sonido y en poema, por lo que –para quienes lo conocemos personalmente– este libro no sólo es un libro de poemas o un cancionero sino también, y principalmente, un espejo de la vida de un hombre joven que ha llegado a la adultez. Un espejo en que cada canción se puede corresponder con un hecho reconocible y relevante de los últimos años de la vida de Michel Garrido Kohl, los que podrían ser caracterizados en el rango que va entre lo agitado hasta lo derechamente tormentoso.
Tal vez se den cuenta de esto cuando lean sus poemas pero no está de más decirlo ahora: Michel vive en el mundo con una intensidad inusual y muy superior a la del promedio. A Garrido Kohl le daña el ruido de las micros de Santiago porque tiene un oído demasiado sensible y esta simple razón explica que sea un tan buen productor de discos y también que finalmente se haya ido de Santiago de Chile. Llevada a un plano más general, la intensidad con que Michel vive es la que respira detrás de cada una de sus canciones, en las que se libra una batalla entre la fragilidad que conlleva el sentir demasiado y el deber de responder con fuerza, no de quejarse sino de exigir más, más luz como el agonizante Goethe, más justicia, más coherencia, más decencia. La incomodidad con la realidad que se nota en las primeras canciones no es sólo un producto del desajuste por el que pasan todos los adolescentes; detrás del uso sintético de palabras sobrecargadas de sentido no sólo está la autoconciencia de quien se sabe talentoso, también está la urgencia por decir con claridad una constelación de razones en cuyo centro estaba y aún está la convicción de que como seres humanos merecemos más.
Conocí a Michel exactamente en la canción Lealtad. En aquel entonces ya había disuelto Necrodead (banda que tuvo fama y reconocimiento en la activa escena del metal nacional) y fundado Bachelor. Había abrazado la raíz folklórica como complemento de su alma mater metalera, una decisión que en esos días justificó con la necesidad de distanciarse de una escena a la que él quería pero que estaba siendo carcomida por el facilismo y la trivialización. Era un tipo de trato difícil, con explosiones de impaciencia y que exigía siempre responsabilidad y eficiencia, en respuesta a la flojera y la indisciplina de las que estaba escapando. No pasaba por un buen momento, todavía sentía el golpe de una dura decepción amorosa (“He sido siempre un torpe, casi nunca traidor”, Lealtad), había problemas en su casa y se estaba cambiando de carrera. De esa época son canciones bastante oscuras como Teatro Odeón y Letra Muerta, o derechamente cínicas como La Verdad; unas más que otras concilian sus preocupaciones por los problemas públicos con sus malestares privados, pero en todas persiste la síntesis, la convicción de que menos es más, de que pocas palabras pueden decir mucho si se les pone en el orden correcto. Lo que cambió fue el lenguaje, porque si sus canciones con Necrodead usaban palabras directamente asociadas con sentimientos como frustración y tristeza, las creaciones de Bachelor seguían un camino parecido pero con una presencia cada vez mayor de los elementos y de la naturaleza. El uso de figuras como ríos, sol, valles, montañas y desiertos, es síntoma de un cambio de mirada pero no de convicciones, de una nueva forma de defender los mismos valores que se infiltró en su manera de pensar y que ha estado detrás de decisiones importantes como irse a vivir a Chiloé.
La otra línea creativa que es recurrente en este poemario, cancionero o autobiografía en verso, es la de su relación con el sexo femenino. Más allá del lugar común sobre la atracción que las mujeres sienten por los músicos, lo que pasa con Michel es que ha despertado en muchas mujeres la necesidad de amarlo. Y esto está dicho en sentido amplio y no sólo romántico, pues en la vida de Michel hay muchas mujeres que sin mediar deberes de ningún tipo han decidido ayudarlo, acogerlo y alimentarlo. La intensidad con que vive Garrido Kohl es evidente y por ende atractiva para muchas personas, muchas de ellas son mujeres que también tienen esa intensidad o desearían tenerla y muchas de ellas han acompañado a Michel sabiendo que el tiempo que compartirán con él no había de durar mucho. Salvo una que otra excepción creada después de una ruptura (La Pica), las canciones dedicadas a los seres del verdadero sexo fuerte trasuntan gratitud y amistad, la gratitud de quien periódicamente se reconcilia con la vida gracias al compartir con mujeres, incluso con aquellas en que hubo distanciamientos traumáticos y aparentemente irreconciliables. Las mujeres son importantes en la vida de Michel Garrido Kohl y las más importantes de ellas están presentes en este libro, desde su madre en la dedicatoria hasta su hija Mila en la última canción. De la importancia que él ha tenido en la vida de todas ellas Michel no dice nada, porque no corresponde y porque no le gusta hablar de lo que no sabe.
A Michel no le importa ser famoso y tampoco le importa el no serlo. A mí tampoco me importa que tenga fama pero sí me gustaría que obtuviera reconocimiento, de sus pares y del público que entiende el rol social de la música y el arte como lo entiende él. Creo que es justo que Pedro Aznar, Café Tacuba y Álvaro Henríquez –por citar a algunos artistas que de una u otra manera tratan de hacer buena música latinoamericana en el siglo XXI– sepan quién es Michel Garrido Kohl y qué tipo de música hace, cómo integra lo que aprendió de la tradición clásico-romántica y del folklore chileno en el Pedagógico, con el Thrash Metal, el tango y la música contemporánea. En un país con un mercado musical más grande Michel podría vivir perfectamente de la música y generar la notoriedad necesaria para que sus pares sepan de él y lo respeten; pero estamos en Chile y Michel no se queja. Nunca se queja. Sigue trabajando y componiendo porque no puede dejar de hacerlo, porque parece que no puede vivir la vida sin revivirla por segunda vez cuando la compone en canción y sin revivirla por tercera vez cuando la canta con o sin público. A Michel no le interesa ser famoso, le interesa más ser un mejor artista y la progresión de canciones que a continuación van a leer dan cuenta de que lo está logrando. Porque Garrido Kohl no se debe a “su público” –es decir al mercado– sino a sí mismo, es que sus canciones han crecido con él mientras que él ha crecido con los demás. Ojalá entonces que la canción dedicada a su pequeña Mila no sólo sea el cierre de una etapa, sino la bisagra para una nueva historia allá en Castro, junto con la Caco y su hija, una historia que traerá más cambios y nuevas palabras y, seguramente, canciones aún mejores. Que así sea.
[Finalmente me gustaría precisar algo. Al comienzo de este prólogo expresé que casi todo lo que pasa o ha pasado por la vida de Michel está en sus canciones, pues bien, eso es inexacto. Se darán cuenta de que el humor está prácticamente ausente de las canciones de Garrido Kohl y puede que no les llame la atención, pero para quienes lo conocemos personalmente es muy llamativo, pues sabemos que Michel es un sujeto sumamente divertido, hilarante y con una capacidad infinita de vivir y narrar disparates (como el que se alude oblicuamente en Curicó). Varias de las mejores carcajadas de mi vida se las debo a Michel y por eso mismo lo increpo, por negarse a usar esa faceta de su personalidad a la hora de expandir su arte. Una vez conversaba con Juan Aro, la otra mitad de Bachelor y gran compañero de Michel en muchas de sus andanzas, y él me exponía sin dobleces su desdén y su sospecha por la comicidad en el arte. Al igual que Michel, Juan también es muy divertido, pero a la hora de tomar un instrumento o de escribir en la partitura, prefiere amputarse esa parte de sí mismo, fruncir el ceño y tocar en serio. Están cortados por la misma tijera, una tijera válida pero a mi modo de ver, equivocada. No es que esa opción por excluir el humor perjudique lo que hacen, sino que les impide hacer más; no es que sean unos amargados, sino que la música que hacen no refleja completamente lo completos que son. Sólo estamos sugiriendo apertura y equilibrio, que se condigan con el virtuoso proceso que el músico Michel Garrido Kohl ha experimentado en los últimos años y que desde 1998 me ha tocado ver de cerca. De más está decir que doy gracias por ello.]
Juan Pablo Vilches P.
Los poemas que están en este libro fueron en su mayoría creados para el canto, es decir, son canciones. Varias de ellas pude escucharlas en las situaciones más diversas: tocatas en centros culturales y pubs, ensayos caseros o simplemente un día cualquiera, en su casa o en la mía, en que a Michel se le ocurría tomar la guitarra y mostrarme lo que acababa de componer. Esto ocurría más o menos seguido porque Michel compone mucho. Lo que ustedes verán en este libro es apenas una parte de los cuadernos llenos de canciones que compulsivamente salen de sus manos y de su cabeza, y la explicación de esto es muy sencilla: Michel es músico y se expresa con música, todo lo que le pasa y que le ha pasado en los últimos años ha sido traducido a la música, se ha convertido en sonido y en poema, por lo que –para quienes lo conocemos personalmente– este libro no sólo es un libro de poemas o un cancionero sino también, y principalmente, un espejo de la vida de un hombre joven que ha llegado a la adultez. Un espejo en que cada canción se puede corresponder con un hecho reconocible y relevante de los últimos años de la vida de Michel Garrido Kohl, los que podrían ser caracterizados en el rango que va entre lo agitado hasta lo derechamente tormentoso.
Tal vez se den cuenta de esto cuando lean sus poemas pero no está de más decirlo ahora: Michel vive en el mundo con una intensidad inusual y muy superior a la del promedio. A Garrido Kohl le daña el ruido de las micros de Santiago porque tiene un oído demasiado sensible y esta simple razón explica que sea un tan buen productor de discos y también que finalmente se haya ido de Santiago de Chile. Llevada a un plano más general, la intensidad con que Michel vive es la que respira detrás de cada una de sus canciones, en las que se libra una batalla entre la fragilidad que conlleva el sentir demasiado y el deber de responder con fuerza, no de quejarse sino de exigir más, más luz como el agonizante Goethe, más justicia, más coherencia, más decencia. La incomodidad con la realidad que se nota en las primeras canciones no es sólo un producto del desajuste por el que pasan todos los adolescentes; detrás del uso sintético de palabras sobrecargadas de sentido no sólo está la autoconciencia de quien se sabe talentoso, también está la urgencia por decir con claridad una constelación de razones en cuyo centro estaba y aún está la convicción de que como seres humanos merecemos más.
Conocí a Michel exactamente en la canción Lealtad. En aquel entonces ya había disuelto Necrodead (banda que tuvo fama y reconocimiento en la activa escena del metal nacional) y fundado Bachelor. Había abrazado la raíz folklórica como complemento de su alma mater metalera, una decisión que en esos días justificó con la necesidad de distanciarse de una escena a la que él quería pero que estaba siendo carcomida por el facilismo y la trivialización. Era un tipo de trato difícil, con explosiones de impaciencia y que exigía siempre responsabilidad y eficiencia, en respuesta a la flojera y la indisciplina de las que estaba escapando. No pasaba por un buen momento, todavía sentía el golpe de una dura decepción amorosa (“He sido siempre un torpe, casi nunca traidor”, Lealtad), había problemas en su casa y se estaba cambiando de carrera. De esa época son canciones bastante oscuras como Teatro Odeón y Letra Muerta, o derechamente cínicas como La Verdad; unas más que otras concilian sus preocupaciones por los problemas públicos con sus malestares privados, pero en todas persiste la síntesis, la convicción de que menos es más, de que pocas palabras pueden decir mucho si se les pone en el orden correcto. Lo que cambió fue el lenguaje, porque si sus canciones con Necrodead usaban palabras directamente asociadas con sentimientos como frustración y tristeza, las creaciones de Bachelor seguían un camino parecido pero con una presencia cada vez mayor de los elementos y de la naturaleza. El uso de figuras como ríos, sol, valles, montañas y desiertos, es síntoma de un cambio de mirada pero no de convicciones, de una nueva forma de defender los mismos valores que se infiltró en su manera de pensar y que ha estado detrás de decisiones importantes como irse a vivir a Chiloé.
La otra línea creativa que es recurrente en este poemario, cancionero o autobiografía en verso, es la de su relación con el sexo femenino. Más allá del lugar común sobre la atracción que las mujeres sienten por los músicos, lo que pasa con Michel es que ha despertado en muchas mujeres la necesidad de amarlo. Y esto está dicho en sentido amplio y no sólo romántico, pues en la vida de Michel hay muchas mujeres que sin mediar deberes de ningún tipo han decidido ayudarlo, acogerlo y alimentarlo. La intensidad con que vive Garrido Kohl es evidente y por ende atractiva para muchas personas, muchas de ellas son mujeres que también tienen esa intensidad o desearían tenerla y muchas de ellas han acompañado a Michel sabiendo que el tiempo que compartirán con él no había de durar mucho. Salvo una que otra excepción creada después de una ruptura (La Pica), las canciones dedicadas a los seres del verdadero sexo fuerte trasuntan gratitud y amistad, la gratitud de quien periódicamente se reconcilia con la vida gracias al compartir con mujeres, incluso con aquellas en que hubo distanciamientos traumáticos y aparentemente irreconciliables. Las mujeres son importantes en la vida de Michel Garrido Kohl y las más importantes de ellas están presentes en este libro, desde su madre en la dedicatoria hasta su hija Mila en la última canción. De la importancia que él ha tenido en la vida de todas ellas Michel no dice nada, porque no corresponde y porque no le gusta hablar de lo que no sabe.
A Michel no le importa ser famoso y tampoco le importa el no serlo. A mí tampoco me importa que tenga fama pero sí me gustaría que obtuviera reconocimiento, de sus pares y del público que entiende el rol social de la música y el arte como lo entiende él. Creo que es justo que Pedro Aznar, Café Tacuba y Álvaro Henríquez –por citar a algunos artistas que de una u otra manera tratan de hacer buena música latinoamericana en el siglo XXI– sepan quién es Michel Garrido Kohl y qué tipo de música hace, cómo integra lo que aprendió de la tradición clásico-romántica y del folklore chileno en el Pedagógico, con el Thrash Metal, el tango y la música contemporánea. En un país con un mercado musical más grande Michel podría vivir perfectamente de la música y generar la notoriedad necesaria para que sus pares sepan de él y lo respeten; pero estamos en Chile y Michel no se queja. Nunca se queja. Sigue trabajando y componiendo porque no puede dejar de hacerlo, porque parece que no puede vivir la vida sin revivirla por segunda vez cuando la compone en canción y sin revivirla por tercera vez cuando la canta con o sin público. A Michel no le interesa ser famoso, le interesa más ser un mejor artista y la progresión de canciones que a continuación van a leer dan cuenta de que lo está logrando. Porque Garrido Kohl no se debe a “su público” –es decir al mercado– sino a sí mismo, es que sus canciones han crecido con él mientras que él ha crecido con los demás. Ojalá entonces que la canción dedicada a su pequeña Mila no sólo sea el cierre de una etapa, sino la bisagra para una nueva historia allá en Castro, junto con la Caco y su hija, una historia que traerá más cambios y nuevas palabras y, seguramente, canciones aún mejores. Que así sea.
Finalmente me gustaría precisar algo. Al comienzo de este prólogo expresé que casi todo lo que pasa o ha pasado por la vida de Michel está en sus canciones, pues bien, eso es inexacto. Se darán cuenta de que el humor está prácticamente ausente de las canciones de Garrido Kohl y puede que no les llame la atención, pero para quienes lo conocemos personalmente es muy llamativo, pues sabemos que Michel es un sujeto sumamente divertido, hilarante y con una capacidad infinita de vivir y narrar disparates (como el que se alude oblicuamente en Curicó). Varias de las mejores carcajadas de mi vida se las debo a Michel y por eso mismo lo increpo, por negarse a usar esa faceta de su personalidad a la hora de expandir su arte. Una vez conversaba con Juan Aro, la otra mitad de Bachelor y gran compañero de Michel en muchas de sus andanzas, y él me exponía sin dobleces su desdén y su sospecha por la comicidad en el arte. Al igual que Michel, Juan también es muy divertido, pero a la hora de tomar un instrumento o de escribir en la partitura, prefiere amputarse esa parte de sí mismo, fruncir el ceño y tocar en serio. Están cortados por la misma tijera, una tijera válida pero a mi modo de ver, equivocada. No es que esa opción por excluir el humor perjudique lo que hacen, sino que les impide hacer más; no es que sean unos amargados, sino que la música que hacen no refleja completamente lo completos que son. Sólo estamos sugiriendo apertura y equilibrio, que se condigan con el virtuoso proceso que el músico Michel Garrido Kohl ha experimentado en los últimos años y que desde 1998 me ha tocado ver de cerca. De más está decir que doy gracias por ello.
Juan Pablo Vilches P.